jueves, 2 de enero de 2020

Porque los cambios en Paraguay son tan difíciles


Porque los cambios en Paraguay son tan difíciles 

Todos nos quejamos de la situación en Paraguay. Por las redes sociales, en los asados con amigos, en las charlas con taxistas o conductores de Uber, con nuestros “socios” del tercer tiempo, etc. Pero cuando se presenta la oportunidad de hacer algo consistente, de contribuir, pasar a la acción, son unos cuantos valientes y “soñadores” los que hacen honor a  esas palabras esgrimidas con enojo y quizás algunas cervezas de más en su momento…

En otros países  son muchos más seres humanos, que se comprometen y hacen acto de presencia, puntualmente y sin excusas. Pienso en mis paisanos alemanes…
“Ah, pero son alemanes, disciplinados y cumplidores” escucho decir por ahí… Cierto. Pero también ellos en algún momento tuvieron que dar el primer paso. Tuvieron que remangarse y tomar la cosa en serio. Quizás no queda de otra cuando ves tu casa y la de tu vecino en ruinas por los incesantes bombardeos… como los que se sucedían día y noche durante la Segunda Guerra Mundial,  y aunque fue hace ya casi 80 años, permanece en el legado familiar el recuerdo macabro pero a la postre aleccionador y sanador.

¿Y dónde están los recuerdos que nos impulsan aquí en Paraguay?  ¿Acaso la Guerra Guazú no perdura en la memoria de las familias?
O quizás nos hemos quedado estancados ahí mismo en la historia y simplemente no conseguimos salir de nuestra postura de víctimas, que en realidad debería ser la de perdedores aunque suene mal.

La lección más amarga, dura y no exenta de traumas del pueblo alemán fue la de admitir el fracaso, la debacle de un Tercer Reich y todo lo que llevo a su existencia.
A partir de entonces no quedó otra cosa que callarse y trabajar. Ya no se hablaba sobre lo que había pasado y en realidad a los alemanes de la posguerra los invadió una obsesión casi enfermiza de volver a ser grandes, pero esta vez sin cometer el mismo error. Y lo consiguieron... los resultados están a la vista.

¿Ahora bien, dónde está Paraguay y los paraguayos?
En realidad seguimos sin haber admitido que somos los perdedores. Y que seguimos siendo saqueados y robados a diario.
Pero no lo hemos perdido todo. Y quizás eso sea exactamente lo que nos falte. Perderlo todo para callarnos, dejar de llorar y ponernos a trabajar.

¿Imagínense lo que les puede ocurrir a corruptos o a aquellos que quieran aprovecharse de la situación en la que no hay bocado con que alimentar a tus hijos?

Pero mientras que no admitamos que  hemos perdido no solamente la guerra sino que seguimos perdiendo, y que los ganadores son unos cuantos sátrapas y  nuestros propios paisanos, es difícil que Paraguay pueda hallar su grandeza y erigirse en lo que realmente yace en lo profundo de su ser.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Porque los cambios en Paraguay son tan difíciles

Porque los cambios en Paraguay son tan difíciles   Todos nos quejamos de la situación en Paraguay. Por las redes sociales, en los asad...